martes, 28 de abril de 2009

VALCAR, LA CALLE DEL VALLE

Santa Eulalia del Río, río de la calle del Valle, Valcar. En la misma desembocadura quedan restos de una almazara del siglo VII antes de Cristo. Una ristra de molinos a lo largo de su cauce y muchas haciendas regando el ancho valle bifurcado, pues el arroyo afluente de Labritja es una parte tan importante del río de Santa Eulalia como la del cauce oficial. Todo el abanico agrícola desde San Lorenzo hasta la rotonda de los Cazadores y vuelta a Santa Eulalia por ‘La Calle del Valle’ fue de una gran riqueza en los tiempos de paz, una vega que abonaba las tierras el mismo río con sus desmadres y nunca mejor dicho, el limo sagrado de la Natura era propio y sencillo alimento esparciendo vida.

Arriba en el camorro del Puig de Misa se controlan las dos arterias fluviales que unidas penetran en el Mare Nostrum y a su vera, un pequeño puerto de pescadores refugiados en la ría, entre molinos y redes de pescar pues el resto de la costa tiene poca defensa para caso de temporal. A la gente antigua no les gustaba vivir en los cerros, no lo necesitaban y menos en los tiempos del Imperio Romano donde los mares estaban limpios de piratas y por ello cuando el cristianismo antiguo (s. IV al VII) es posible que hubiera una iglesia junto al acantilado… después de los bizantinos imposible pues nunca más se harían iglesias indefensas. La supuesta iglesia que se derrumbó milagrosamente cayendo al mar debió ser una iglesia muy antigua y seguramente los mozárabes del lugar en la Alta Edad Media ya la citaban como ‘la Iglesia Vieja’ contando el mismo percance que contamos hoy en día.

El rey de Denia Alï b.Muyähid Iqbäl al-Dawla concedió en 1058 un privilegio donando en perpetuidad todas las iglesias de las Baleares a la catedral de la Santa Cruz y Santa Eulalia de Barcelona y al obispo barcelonés Gilabert, todo ello fue avalado con las firmas de los obispos de Arle, Magalona, Narbona, Nimes, Urgel, Tortosa, Gerona y Vich, congregados en Barcelona con motivo de la consagración de la catedral de Santa Eulalia que el conde Ramón Berenguer I acababa de construir, mejor reedificar.

Las iglesias de las Islas pasan a depender de Barcelona y es muy probable que los mozárabes de Sarq pusieran su iglesia bajo la advocación de la misma Santa que su nueva catedral matriz. De ahí que la cabecera parroquial de Santa Eulalia pueda tener su origen en el citado siglo XI y cuando los catalanes dos siglos después conquistan Ibiza se encuentran una comunidad cristiana cuyo nombre ya existente suplirá al morisco de Sarq.

Sabemos que cerca de la desembocadura del río se encontró un baptisterio paleocristiano o al menos muy antiguo, no lo he visto, pero ello permite pensar de una posible iglesia en el pequeño puerto fluvial de Santa Eulalia. El Puig de Misa debió empezar a fortificarse a raíz de la conquista catalana que trajo como consecuencia el aumento de la piratería berberisca y viceversa. La iglesia se traslada al cerro para defenderse y guarecer a la población en caso de ataques por el mar, el pequeño puerto fluvial perdió seguridad y en el Puig de Misa se comenzará a regir la evangelización de los infieles remanentes, pegada a una torre de defensa y dentro de la pequeña villa naturalmente fortificada.

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