lunes, 30 de marzo de 2009

SES TORRES D´EN LLUC (Norte de Ibiza)

Ibiza es una isla llena de recovecos y misterios, entre es Cap Nunó o de Nunio con sus pinturas rupestres de esquemáticas naves a remos que marcan la primera crónica humana de la historia ibicenca (seguramente pintadas por los habitantes que llegaran a la Isla de las costas peninsulares) y Sa Punta Grosa en Sa Cala de Sant Vicent tenemos la repisa humana d´es Amunt donde se conservan los más vetustos olores de la Ibiza remota.

A partir de Cap Nunó la costa es abrupta y cortada por altos acantilados que bordean el circo de Corona o Jardín de los Almendros, floreciendo con la entrada del año y explotando su corta blancura al entrar Febrero. Curona vierte ligeramente al mar por los acantilados de Sa peña Esbarrada, frente a las islas Margaritas y por donde un camino tortuoso y de vértigo te permite acceder a una estrecha franja de tierra, rica en agua que aflora de las rocas chorreando al mar y donde se cultivaban en pequeñas feixas las exquisitas y famosas patatas ibicencas, se ven restos de viviendas muy viejas, casi colgadas entre el mar y los altos.

Si seguimos la costa sobrepasando las islas Margaritas, Ses Balandres y Cala Sardina llegaremos a Sa Punta de ses Torretes y a su vuelta la pequeña Cala de Devall de s´Ais, bajo el acantilado de los citados ayes que según la tradición daban los moros despeñados por los cristianos o vete a saber quienes despeñaban a quien.

Sobre los s´Ais una pequeña franja te lleva a los acantilados contarios donde se contempla Cala Aubarca, esta franja istmo es el comienzo de una pequeña península que penetra acabando en los cabos d´es Mussons y d´Aubarca et donde algunos ignotos seres construyeron una fortificación conocida como Ses Torres den Lluc, una torre ovalada seguida de una muralla de dos metros de ancho reforzada por una torre semicircular saliente, la muralla se pierde pero intuyo que debió cerrar el istmo.

Este terreno está coronado por la cota 401 de Es Camp Vell que separa Santa Inés de Corona y San Mateo d´Aubarca, el Pla d´Aubarca está plantado de viñas entre almendros, higueras y algarrobos, muy buen vino da esta tierra. Es Camp Vell está perfectamente definido en su nombre, Campo Viejo, sobre Ses Casetes que precisamente nos encontramos en medio del camino a Ses Torres den Lluc desde Ubarca y por donde se pueden ver restos de viviendas circulares muy remotas, de ahí Ses Casetes, casitas.

El camino que va subiendo es ancho, adaptado para carros, pasadas Ses Casetes después de unas revueltas enfilamos una recta ligeramente ascendente con una pared larga a la izquierda muy antigua, hay trozos de la calzada curiosamente empedrados con pequeños cantos rodados que me llaman la atención por su finura.

Llegamos a unas altas paredes donde se bifurca el camino, hay un pozo en el alto y las paredes son impresionantes. Tomamos el camino de la derecha y subimos hasta recorrer poco más de medio kilómetro que acaba el camino de carros en una pequeña explanada. A la izquierda de la explanada sale una senda que nos lleva bajo la cara Norte d´es Camp Vell, el camino está bien definido siguiendo las curvas de nivel durante poco más de un kilómetro, para bajar y subir hasta los s´Ais y Las Torres den Lluc con la vista impresionante de Sa Punta de Ses Torretes, si dejamos el camino saltando tres rocas podemos tomar impunemente la torre ovalada y extremo occidental de la fortificación pero si seguimos la senda ya medio perdida veremos una entrada muy cuidada en sus tiempos y perfectamente definida que nos permite acceder a la supuesta acrópolis de la fortaleza.

Solamente quedan los basamentos separando y separándose las feixas que posteriormente hicieran los payeses aprovechando ruinas y piedras, en Ibiza la piedra es clave y arte pero la vieja muralla y torres originales marcan perfectamente la diferencia, resplandece su pátina.

Tengo entendido que se hizo una excavación en el torreón ovalado cuyo suelo vaciaron sin encontrar ningún resto humano, ni divino et ni tan siquiera un fragmento de cerámica y allí quedó el inicio de una investigación cuyas memorias descansarán en paz, digo yo, en las oficinas de la necrópolis d´es Puig d´es Mulins.

Es muy posible que las murallas definieran y defendieran su espacio naturalmente defendido por los acantilados, dentro de este castro se podían controlar rebaños más de cabras que de ovejas, buena miel que ya se cosechaba en estos pagos desde remotos tiempos, por Es Camp Vell hemos visto las colmenas primitivas, el enjambre vivía dentro de un tronco vacío asentado en tierra con piedras. Todo ello con el buen vino que dan estos pagos y los cereales de secano en las feixas para el pan humano y alimento para el ganado bien podrían sobrevivir con un mínimo comercio.

Qué gentes hicieron esta fortaleza y de quiénes se defendían... merecería una buena respuesta que esperamos darles próximamente pero seguro que ni eran moros ni tampoco cristianos. ¿Fueron celtas, lugones, bizantinos? seguro que todos pasaron por allí, pero quiénes fueron los primeros.

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