
Abd al-Rahman II se puso al frente de su ejército hacia Mérida en el 834 haciendo huir a los rebeldes. Suleymán Ibn Martín se encastilló en la sierra de Santa Cruz, fortaleza tan elevada: "a la que no llegan en absoluto las aves, ni el águila ni otras".

En lo alto del pico de San Gregorio aun podemos hoy ver los restos de una fortaleza que por su situación debió ser inexpugnable, entre sus ruinas encontramos una pequeña moneda de plata, prácticamente en superficie pues estábamos limpiando una esquina, era alto medieval cristiana pero debajo deben quedar las claves perdidas del viejo castillo cuyos últimos moradores fueron caballeros templarios, los que echaran de allí definitivamente a los moros después de la toma de Trujillo en 1232.
Mirando la sierra desde Trujillo vemos destacar dos riscos, a la derecha el Grande o de San Gregorio y a la izquierda el risco Chico que es antesala de la Sierra. Una vieja calzada, tal vez romana en su origen sube al risco Chico por una vaguada que llamamos el valle de los Lirios, dejamos una vez casi en lo alto a la izquierda el Cancho Misa junto al cual hace lustros encontramos unas vasijas de cerámica roja que parecían del tipo argárico.

El Risco Grande lo tenemos al Poniente, subimos por el lombo y un poco más arriba, sobre el Valle de los Lirios y a la izquierda vemos restos de un pequeño poblado. Seguimos subiendo hasta alcanzar la pingorota de San Gregorio, donde los ojos se pierden en los allendes de la penillanura Trujillana al Norte, las Villuercas al Levante, al Sur el valle del Guadiana y al Oeste las vecinas y continuas sierras de Montánchez.
Al otro lado la sierra baja hasta otra meseta donde vemos otro poblado mucho más grande que el del Risco Chico, esta parte es la Sierra del Puerto que a su vez el Puerto es de Santa Cruz y Santa Cruz de la Sierra. El Risco Grande divide los territorios y una pared que baja perpendicularmente por la cara Norte será la frontera territorial indiscutible de ambos pueblos: Santa Cruz de la Sierra y el Puerto de Santa Cruz, los jóvenes en fiestas nos apedreábamos con los del Puerto y cada grupo en su territorio al lado de su pared… cuando nos cansábamos de guerrear nos volvíamos a Santa Cruz, después de bañarnos en el Chabarcón de los Moros que es una charca amurallada con la leyenda de que allí bajaban de la Sierra por un subterráneo los moros para dar de beber a sus caballos.

3 comentarios:
¿Cuándo y cómo se intentó limpiar esa esquina del castillo?
¿Qué tipo de moneda era la que econtrásteis?
¿Fue con detector?
¿Hay mediciones del castillo?
¿Hay indicios de que el castillo tuviese una entrada subterránea?
¿Levantásteis alguna tumba?
¿Encontrásteis algo?
Soy santacruceño y aficionado a la historia de "mi sierra"
Un saludo.
Fue hace tiempo.
Un vellón de plata altomedieval.
No usamos semejante artilugio.
No hay mediciones.
La leyenda del subterráneo al Chabarcón de los Moros no pudimos constatarla.
No violamos a ningún muerto.
La moneda y cerámica medieval más bien atípica.
Escribeme y te cuento más cosas, yo también soy de Santa Cruz.
alfonsonaharro@gmail.com
Hola Alfonso
Seguramnente no te recuerdas de mi, yo de ti sí; Soy Andrés Miguel Ex-Alcalde de Sta Cruz durante dieciseis años. Un Ruego.
Si tienes algo de las ermitas del pueblo y no te molesta, pasamelo.
Saludos
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