miércoles, 24 de diciembre de 2008

24 de diciembre, fum, fum, fum

Nada, no se oyen ni panderetas ni zambombas, solo el murmullo del silencio campesino. No hay villancicos y en radio 3 están pasando una versión de la crucifixión de Braian, estamos fuera del tiempo y todos los tiempos se alternan en nuestro espacio inconcreto.

Me he caído del catre cerca del mediodía, alternancia de nubes y claros, mañana dicen que llueve en Mallorca y Menorca, aquí tal vez algún chaparrón de poca monta. Desayuno en Las Dalias, compro la prensa y me como medio kilo de mandarinas en el Toni Mariano.

En la terraza se solean Fernan, Ricardo, André y Luc; los dos primeros franco argelinos -más el segundo que el primero- André y Luc son belgas dispares, el primero francófono y el otro flamenco, se entienden en español, Ricardo domina un montón de lenguas además del ibicenco y Fernán se defiende muy bien con el español y el inglés.

La tienda está a punto de cerrar pero aun les da tiempo al Pipo y a la Tarot para tomarse una cerveza, acaban de llegar… llega el Toni Mariano con un vino para el Pipo y la Taron se ha traído una cerveza de la nevera, me como una mandarina. Pipo hace el pronóstico del tiempo: –mañana puede que no llueva y la boda es a la una de la tarde- ¡coño! Es verdad, mañana estamos de boda el Miguel y yo.

Hago mi franciscana compra, esta noche cenaré solo porque el Miguel se va a cenar con su hermana así que poco más de lo que tengo necesito, además las rubias con tirabuzones ya hace tiempo que no me visitan y yo he dejado de ir a buscarlas.

Llego a la nave con las viandas, lo doy los diarios al Miguel que se está despertando, hago unas tostadas con tomate para aguantar la mañana, comeremos al punto que Miguel se tenga que ir a casa de su hermana… se come una tostada y se levanta a buscar un par de naranjas en un árbol de la vecindad.

Son las 16:35 y hoy no tengo previsto vender ninguna escoba.

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