domingo, 28 de diciembre de 2008

LOS SANTOS INOCENTES

28 de diciembre y domingo. Antaño en este día había que caminar con cuidado pues a la mínima te la pegaban con el típico monigote de papel en la espalda, a traición, tal y como están haciendo en este momento los Judíos de Israel con los palestinos de Gaza pero en broma macabra. Que lejos debe estar Dios de Israel y Palestina. Herodes vive.

Las navidades pasan como un soplo, los días ya crecen y las almendras no tardarán en darnos la sorpresa de su gran manto blanco extendido de flores increíbles. En tres días más nos liquidamos el año encendiendo una nueva vela de esperanza… vamos, como la zanahoria para que el burro ande.

Hoy por la mañana Miguel y yo hemos llegado al acuerdo de salir juntos a desayunar, como Mik se suele levantar a las dos de la tarde y uno está montado en la moto a las nueve y media de la mañana me he levantado a las once y el colega me ha imitado, tiempo medio y a Las Dalias con la moto al completo.

Nos hemos metido después por el camino de Atzaró para ir a casa de Turieta, los mandarinos están sin ordeñar y se pudrirá el fruto en la madre tierra por desidia humana, cualquier día salto la valla y cargo la moto de fruta.

Turieta se ha alegrado de ver al niño madrugador, hemos conversado sobre la gran paciencia que hay que tener, paz y ciencia, saber esperar convencido de que cada minuto de espera es la vida propia y de que lo esperado no existe, pero, quién sabe...

Este mediodía al comienzo de la tarde nos hemos preparado un pollo con fideos… riquísimo pero antes y para hacer boca unas tostadas especiales con tomate de verdad que nos queda de la cosecha del vecino han tranquilizado el apetito y entre tanto se cocía el ‘pullastre’ una peli en el ordeñata con humo rifeño.

Es de noche y suena un avión, siempre hay algún avión sobre la Isla aunque sea invierno, estamos observados por el universo y a veces pienso que somos el sueño de una pesadilla finalizada, esto debe ser el descanso del guerrero.

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