domingo, 8 de marzo de 2009

CUATRO GATOS CLUB

Pues si, es como una religión, no importan ni izquierdas ni derechas, el nacionalismo es una resobadura que le ha salido a la piel de Toro. Para ellos la democracia está muy bien siempre que los principios inalienables de sus patrias correspondientes se mantengan tal cual su talcualez y eso recuerda historias olvidadas.

Cataluña es una nación de regiones nacionales, Euskadi una propiedad del PNV y Extremadura una finca privada del capitalismo… por ejemplo, que si nos ponemos a analizar peculiaridades podríamos sorprendernos aun más aunque ya quedan pocas sorpresas, va estando claro el paño.

El otro día a Bruselas entre diez mil y cuatro mil nacional nacionalistas llegaron de excursión: “Un bote, dos botes, español el que no bote” decían al trote aullando en bárbaro o sea en inglés. Que odio más odioso y que absurdo más asqueroso, espero que la Generalitat no les pagara la juerga como Don Claudillo, autobús y bocadillo… aunque vaya usted a saber si alguna dieta mamada de la gran teta no habría caído, en ‘sa buchaca’…

Esta religión cataláunica y tan europédica estuvo apoyada en la movida por los estados de Venecia, corsos, sardos, irlandeses del Norte sección reconstituida, flamencos no andaluces (los de Coto de Doña Ana son inocentes), ikurriñas ibéricas, céltico lapones, algún gallego extraviado y dicen las malas lenguas que a tres ibicencos vileros se les vio por la Gran Place tomando cañas.


Y es que esto del nacional cojonismo debe ser un gran negocio y cunde mucho, se buscan en la historia un motivo de resentimiento y a resentir, menos mal que no se han ido demasiado atrás en la peronia pues podrían haber decidido resucitar la patria pre neandertalense con lenguaje gutural facción australopiteca, así hubieran quedado más monos y habría habido más ‘dali que ti pegu señoritu’. Es que les va la marcha y la escarcha solitaria.

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