viernes, 31 de octubre de 2008

Entre el mar y la arena


El otoño sigue jugando, un día de Sol y hoy lluvia de madrugada et fuerte chocaba sin piedad contra nuestra nave mientras el viento rugía desaforado y luchaba contra las despistadas florecillas de los tres perales que siguen indemnes en su sueño, como si la tempestad no fuera con ellas ni tampoco la calma.

Sobre las diez de la mañana amainaron los furiosos elementos aprovechando un claro para saltar a San Lorenzo, una legua más de F-18 y al amor del hogar en casa Juanito do rematé mi desayuno calentando el alma que al cuerpo lo tengo reprimido, se pasa mucho.

Otro chaparrón pasajero que dejé pasar con un natural y en el inte ya estaba en Es Taulell para hacer mis ofrendas diarias et comentar la gran clemencia de las inclemencias que siempre te dejan un agujerito para respirar.

Hermosa mañana de claros y cortos chaparrones para viajar en los intermedios continuamente variados pues Naturaleza no avisa et la ruta en amor y compaña con el viento te permite caminar entre Agua Sol hasta soltarte de placer con las cada vez más casuísticas maneras de compaginar en los meollos sagrados de la cuestión. Amén.

lunes, 27 de octubre de 2008

De la aceituna el aceite y de mi corazón sale cariño para quererte

Vamos encajando las labores otoñales, los molinos de aceite se encienden y la tecnología avanza que es una barbaridad. El sábado pasado se hizo la estrujada de aceituna por el método tradicional en Can Toni Sa Plana de Buscastell, una fiesta pasada por agua pero en el Sancta Santurum las viejas muelas de la almazara (trui) movidas por un caballo fuerte y hermoso hicieron las delicias de los asistentes al ver como la vieja prensa con los restos de aceitunas estrujadas de la muela y colocados en las seras de esparto, sintieron la presión del artilugio, escurriendo el oro líquido que flotando sobre el pechín separado naturalmente.

El domingo en la feria de ganado de Santa Gertrudis vimos la versión moderna de una prensa de aceite, bajo un tenderete colorido un molino eléctrico recibía las aceitunas por arriba sacando por abajo el estrujado para cubrir las seras de un prensa también eléctrica que sacaba el aceite emulando al tradicional pero todo en un espacio ínfimo y con menos marimorenas. He de reconocer que el aceite estaba riquísimo y es que cuando la aceituna es buena hay muchas probabilidades de acertar con el producto. Los productos del campo ibicenco son sensacionales y es un lujo alimentarse con ellos.

sábado, 25 de octubre de 2008

DESPUÉS DE SAN MIGUEL

El otoño se ha centrado con el regalo de la lluvia y los despistados perales con flores sin tiempos, ni reales ni villanos, o costumbres campesinas de magias extrañas... aun así mamá Natura nos regala esperanza con su riego, empapando la tierra cual mandan los ritmos del tiempo inmutable y simplemente para La Nada que maneja la materia fecundante.

Mañana de lluvia en lontananza mientras cabalgo la F-18 sobre los espejos de un recién chaparrón casi encendido. Aparco en el Juanito y salvado de mojarme m´endilgo una estupenda y poco tostada loncha de pan pagés con aceite molinero et tomate pitiuso restregado, el café con leche ya lo había tomado en Las Dalias.

Llega Inga.

-Hola- se sienta a mi lado mientras me cuenta no se qué de la nariz de la princesa Leticia, que no debería habérsela arreglado pues ha perdido su personalidad. Son los remanentes no eliminados que le quedan de su sesión televisiva de ayer después de ver las entregas de los premios Príncipe de Asturias.

Se pide un café descafeinado de máquina y con leche… entretanto aparece Rita por retaguardia, se besan, nos besamos y se sienta enfrente de Inga casi feliz porque ya le queda poco para volver a su casa, además el pagés le va a poner la electricidad. Charlan en alemán y yo me abstraigo con la lluvia, despierto de golpe y saco el mata moscas, digo la cámara fotográfica. Es una foto, señala Inga. Disparo un montón y de paso inmortalizo a los acompañantes refugiados en el garito de Juanito.

Soltamos nuestras velas y partimos en tres direcciones divergentes.

Me acerco a Es Taulell donde a primera hora de la mañana he dejado el periódico y una bolsa de naranjas mandarinas. Ya se habrá levantado y hasta desayunado. Así es, nos damos un beso y me siento a su funcional mesa mientras se prepara la rafaelita matutina, ya ha ojeado el diario y tiene despejado su vivar en perfecto estado de revista et con esa gracia que almacena en su alma mi amiga, que sabe convertir en palacio la más humilde de las chozas jipis ibicencas, la suya es mi favorita.

Llueve poco y me animo a montar la F-18, voy bien pertrechado con mi ‘chuvasqueiro’ rojo que la moto va totalmente a pelo et ansí somos penetrados por el chubasco que empieza a arreciar pero nosotros no nos arredramos y run run carretera de Morna p´alante hasta el Toni Mariano, a comprar la comida del mediodía a media tarde o quien sabe pa cuando.

Vuelvo a la Base, Miguel se está levantando y le dejo en su desperece para bajar al pueblo a comprar el diario Público que nos mantiene un poco más en contacto con los mundos continentales y parece bastante objetivo, al menos se diferencia de los otros por carecer de agresividad.

Hoy tenemos un programa de posibles pues el tiempo anda revuelto, así y todo esperamos que nos deje ir a la feria de Santa Gertrudis y a la molienda de aceite en Can Pep de Sa Plana. Son las cuatro menos cuarto de la tarde y nos hemos terminado una buena olla de judías pintas, tenemos que atravesar la Isla y espero que no nos abandonen los elementos.

Hay tres perales y un nogal en la umbría de nuestra Base cuyas frutas se pudren antes de madurar, no hace dos semanas que se han acabado de caer las últimas y ya están floridos, los perales, pobres locos, la falta de Sol ha embravecido a los parásitos de su entorno y no les dejan vivir ni florecer en su tiempo... Cuantos parásitos rodean nuestras vidas...

sábado, 18 de octubre de 2008

HAY QUE ROMPER LA BURBUJA

Vivimos en una sociedad futbolística, de competición, maniquea y con un solo sueño: Poder. La democracia moderna está muy lejos del significado pues no gobiernan los pueblos que lo hacen las ideologías políticas, nada más lejos de la idea pura y libre. Los estados han colectivizado el voto como forma de elegir sus representantes pero no se eligen las personas que son los llamados partidos quienes encierran y cierran la idea a su indiscutible ideología.

Esto genera que los estamentos políticos funcionen al tanto por ciento que sumen los ganadores pues automáticamente los perdedores se convierten en Oposición, lo que es un verdadero lastre para los gobernantes y sobre todo para los gobernados. A este sistema se le llama de listas cerradas y sus consecuencias ya vemos como son. Las abiertas, que al menos en los comicios municipales deberían usarse, darían la posibilidad de aprovechar todas las capacidades humanas para el consistorio, pues gobernarían todos y cada uno en lo suyo que ya bien sabe el Pueblo lo que son y porque les eligieron.

En los pueblos todos se conocen y al fin y al cabo la política municipal es netamente administrativa, es cuestión de números y sobre todo de conocimiento. Cuantas veces quisieras votar a uno o una que por estar en un equipo ¿contrario? te cortas canteándote a lo menos malo, que casi siempre suele ser lo peor, pero el Partido, el nuevo dios, está por encima de cualquier pensamiento, te obliga y dirige anulando tu personalidad.

Estamos partidos, alienados, borrachos de incongruencias, hipnotizados por los medios de difusión y por la vecina del tercero que no es mi caso porque vivo en el campo.

A la persona se la ha comido el tinglado.

viernes, 17 de octubre de 2008

BALAFI, BAAL Y BALANZAT

Sobretodo en Ibiza laten los arquetipos y si conseguimos captar a la luz rasante sus efluvios se despierta el entendimiento, luz que el gran padre Sol modula sobre los pigmentos ideales supervivientes. La villa de ‘Baalafi’ que debió ser mucho antes de los recuerdos tiene la defensa de su amplitud visual, vertida al Mediodía calienta los fuertes muros de sus casas fortalezas, controladas por la veterana pagesía como defensores de algo que ellos mismos desconocen pero intuyen marcando territorio con los nuevos vecinos: son los ejércitos invisibles de Baal.

Balafi está sobre un camorro en declive y falda de los oteros traseros, sus alforjas cabalgan entre San Lorenzo y Na Pepeta, dos flancos extramuros de una muralla inexistente y puntos de convergencia humana con yantares y tertulias. Ca na Pepeta es cruce con la carretera de Morna y la de San Juan-Ibiza, da nombre al conocido restaurante situado do antaño estuviera una butiga tradicional con el estanco de la parroquia dispersa y conocida como San Lorenzo de Balafi. Al lado, Casa Juanito, Muson de sa Vila nos regala con un tradicional mesón, buen queso y mejor jamón, vino y churrasco, todo a discreción; es mentidero del barrio, alternado de pageses y hipis reciclados, a veces puedes hasta fumarte un porro de pota cuyo ‘exquisito’ olor no pueden aguantarlo ni los canes justicieros, se vuelven locos y agilan con el rabo entre ‘ses camas’. El tercer punto de las faldas baláficas es el cruce de ‘Es Pins’, restaurante muy pagés que van descubriendo los turistas, pues los autóctonos ya hace tiempo que lo vienen disfrutando, pan propio, cocina ibicenca y desayunos iniciáticos. Nada merma en el barrio y todo sigue fluyendo al amor de la costumbre, repeticiones variables marcadas en el reloj de una intensa historia interminable contada por sus piedras y por los taberneros.

El topónimo Balafi esta identificado como fuego del dios, Señor del Fuego y es que sus torres encendían las hogueras para comunicarse con otras y otras, generando una red ‘inalámbrica’ de defensa por toda la Isla y cuyo centro neurálgico era el gran templo de Baal que había en San Miguel, arcángel vencedor de Baal-Cebú o señor de las moscas (en visión cristiana), de la muerte luciferina. La iglesia de San Miguel tiene casi intactas las cuatro paredes originales, torres posteriores aparte; este viejo edificio está en acusado talud exterior por los cuatro costados, perfectamente estribado; la única cara a piedra vista es la de atrás junto al cementerio y frente al Puerto, todo el lienzo fue construido en “opus spicatum” salvo huecos de viejas ventanas, muy curiosas, tapiadas en mampostería.

El Puig de San Miguel se conocía en tiempos árabes como Balad, Baal o señor de la tierra fértil y de ahí viene etimológicamente Balanzat o Balançat que alguien ha traducido como “Señor de la fuente feliz”. Es curioso el patrocinio de las iglesias ex-baalicas, la de San Miguel ya lo hemos visto y la de San Lorenzo esta relacionada con el fuego, en este caso a la parrilla, y es que el fuego y la espiga son la defensa de la fertilidad isleña.

Todas las torres llamadas prediales tienen una constante con los muros de San Miguel y es la obra en espiga de todo su lienzo circular, “opus spicatum” y sus falsas cúpulas interiores servirán de modelo para las modernas torres de defensa costera que no son en espiga. Pero esta es otra historia para nueva entrega.

P.S. Hay un templo a Baal descubierto en las ruinas de Ugarit, conocido en la actualidad como Ras Shamra, “se halla en la costa mediterránea de Siria, a unos 16 Km. al norte de Lataquia y a 40 Km. al suroeste de Antioquía, y frente a la extremidad oriental de Chipre”. Se trata de una reconstrucción pero tiene muchos paralelos con el templo de San Miguel.

EXTREMADURA

Mucho antes de Franco y tal vez del ‘malvado’ Felipe V de Anjou ya los extremeños éramos los indios de la Nación, como algún autor dijo socarronamente. Cuando la tan tatareada guerra de sucesión entre el Felipe ese y el archiduque de Austria, a los catalaúnicos se les olvidó que aquello fue una guerra civil, había partidarios de los dos bandos en toda España, incluida Extremadura. El catalanismo es capaz de todo con tal de mover la historia a su favor y no hay favor que valga pues la realidad fue nefasta para la Lusitania española… a veces pienso que como portugueses hubiéramos sido más felices.
En todo el proceso de la revolución industrial de España en los finales del siglo XIX y todo el siglo XX Extremadura fue la menos beneficiada por el Estado, gentes buenas y pacíficas que solo aspiraban a vivir, sus tierras en manos de cuatro y consecuentemente un pueblo de prestado en propia casa pues al no poseer la tierra se convirtieron en verdaderos indios de España, esclavos de la miseria que les daba el señorito para sobrevivir, mano de obra sin cualificar y a bajo precio. En Extremadura la única revolución industrial que se hizo la hizo Franco con los pantanos y regadíos, cuyas tierras fueron expropiadas a los ricos para los trabajadores colonos que convirtieron sus vegas en un vergel, pero verdaderamente a quienes favoreció ‘Don Claudio’ fue a los periféricos vascos y catalanes con ayuda, tal vez por miedo, a sus industrias vendiéndoles la mano de obra extremeña a costa de la desertización de sus pueblos. Si Extremadura hubiera sido separatista ahora estábamos forrados.
En Extremadura, aparte de los regadíos, el régimen franquista destrozó su medio ambiente de gran naturaleza, con la plantación masiva de pinos y eucaliptos a favor, casi siempre, de industrias foráneas, que para mayor descaro quemaban los montes consiguiendo los pinos quemados más baratos. Así se fueron destruyendo las comarcas más fértiles de nuestra tierra que si hoy están despuntando es gracias al turismo interior y a los emigrantes que vuelven todos los años para hacer la matanza y algo queda de ayuda a los familiares mayores que conservan despierta la poca tierra que les queda: los olivos y las pitarras de vino. Eso en las comarcas del Norte, de climatología más benigna, que en la mayor parte de Extremadura las ganaderas dehesas y los grandes cotos de caza siguen siendo de cuatro y muchos catalanes son grandes propietarios, por cierto y espero que no obliguen ‘parlá catalá’ a sus currantes (esclavos en propia tierra y aborígenes desesperanzados).
La Democracia espabiló el asunto en un principio y finalmente si no se pone remedio estamos a punto de más de lo mismo, aportando energía a las tierras periféricas, sufriendo los peligros de una nuclear que nosotros no necesitamos y a beneficio de los que se quejan de nuestra falta de aportación al Estado. Extremadura podría haberse convertido en una gran reserva biológica, con tanta fuerza que hasta las tierras calcinadas siguen renaciendo, el ejemplo está en el Parque Nacional Monfragüe que a pesar de ser atravesado por las aguas pútridas del río Tajo embalsado, sus montes quemados resucitaron tan feraces como siempre. Sin embargo como las ricas periféricas necesitan más energía seguimos haciendo el canelo montándoles una refinería de petróleo en la rica Tierra de Barros badajocense.
Lo de Extremadura no es cuestión de solidaridad, es cuestión de Justicia y mejor gobierno.

UN CANDIL EN IBIZA

Paco es un lobo que me iluminó con nueve candiles iguales pero diferentes, como Lusitania con Extremadura y Portugal. No cabe duda que La Jota del Candil es un arcano.

El año pasado, zascandileando por la costa de Poniente en Ibiza, caí en San Agustín y también cayeron unas cuantas cañas pues el camarero patrón del bar estaba en la comisión de fiestas y le solucioné una gran preocupación que tenía. Resulta que habían contratado a un grupo y estaban como arrepentidos, se habían fiado de Radio 3… fue cuando me dijeron que ese grupo sospechoso de no dar la talla en tan prestigiadas fiestas se llamaban Los Niños de los Ojos Rojos. Salté a informarles a mi manera y duramente poniendo las cosas en su sitio y las dudas a la gehemna.

El tío quedo no solamente convencido que ansioso de poder ver al ya a tan afanado y afamado grupo de Extremadura, los chicos venían de Bosnia con escala en Ibiza, y ya les dije a los pageses de San Agustín que Los Niños son como el jamón de verdad, no hay que mascarlos, se disuelven en la lengua como un caramelo. Volvimos bien de noche al Levante Norte de la Isla, a la nave nodriza do vivimos, des-rodando con nuestra vespino F-18 los casi 40 kilómetros que hay hasta la otra nuestra punta que mira a Estambul.

Cuando llegó el día del concierto allí nos plantamos de nuevo, los organizadores estaban expectantes, pasamos de ellos y enseguida contactamos con Los Niños de los Ojos Rojos… besos y abrazos, presento a mi colega, unos canutos… al Héctor con su violín casi le he criado de jovencito en Acebo con toda la generación aquella, tan variopinta, que reinaba en la Sierra de Gata; codo con codo a los Tope Ganso de Perales y que por cierto hoy están ‘mu desperdigaos’…

El primer grupo que actuó era francés y no me acuerdo del nombre, fue estupendo, la gente se lo pasó bien pero cuando aparecen en el tablado con sus faldas y fanfarrias coloridas nuestros Niños, el personal, estupefacto primero, que después les aplaudió a rabiar: Los Niños de los Ojos Rojos se supieron presentar, el público sintió que aquel grupo no era una broma. Y no lo era, jamás hubiera podido llegar pensar que los mismos danzarines pageses ibicencos y todo el mundo visitante que eran un mogollón se pusieran a bailar la jota de Candil en plena verbena pitiusa, con más arrebato y sentimiento que en una sesión Trance. La Jota del Candil había triunfado en Ibiza porque tenía la garra arquetípica de los pueblos estremnidos, una simbiosis conventual lusitana. Bien supieron hacer los Niños de los Ojos Rojos y merecidamente su éxito por todo un repertorio que nos hizo disfrutar enrojecidos de placer, todo el auditorio fue feliz.

La Jota del Candil por una noche fue faro en el Mar de Tetis con Luz de Extremadura.