Lo primero son los berrocales que están en peligro inmediato porque faltan leyes que los protejan, después Trujillo y en la ciudad lo inmediato es reparar la MURALLAS de atrás que vino un presupuesto para repararlas y se ve que se lo gastaron en alguna jilipoyez, como de costumbre. Con las lluvias de otoño acabarán cayéndose las murallas y eso sería el principio del fin que no queremos.
Trujillanos a dar caña y exigir a estos inútiles que nos gobiernan a que se pongan las pilas... y por sus hechos se reconocerán... a lo mejor les vota alguién en los próximos comicios municipales pero lo dudo, con ese carácter cateto lo que tienen que hacer es irse y dejar que pase alguien que merezca gobernar este Trujillo de nuestros pecados que son muchos... a veces pienso que es la maldición de nuestros conquistadores que destruyeron las grandes culturas del continente americano. Sea lo que sea hay que cambiar de carácter y poner en marcha nuestra imaginación.
No seáis galápagos.
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