domingo, 7 de diciembre de 2008

PUENTE COLGANTE


Los días festivos son como pasaderas sobre el arroyo de la vida, de los Santos pasas al colgante de la Constitución-Purísima concebidos en tan-den para mayor gloria de ya ves el principal puente hasta las Navidades, lo de nadar el arroyo es la historia general de los días sin historia y que curiosamente son en los que yo disfruto sus interminables argumentos que a veces hasta cuento. No me gustan las fiestas de guardar por mi carácter poco guardiña y de vida suelta.

Hoy Domingo es el centro de burbuja Constitución-Purísima concebidos en tan-den ayer al Cesar, hoy al Señor y mañana a la Diosa revoltosa, después en una volandada de frescor invernal nos sumergiremos entre villancicos y belenes con su musgo y personajes preconcebidos a golpe de marra pilón o cocidos de arcilla en el horno arquetípico de los dioses manes.

Garmundio el alguacil hizo sonar su trompeta con la estridencia acostumbrada para advertir al populacho de las múltiples prohibiciones y de la necesidad penitencial caso de seguir inclinaciones de discutible edificación que tan solo estimulan para la decadencia en el señor del Averno, por lo tanto que el personal se ande con ojo o serán atrapados como cojos salidos en desbandada por el pedregal hirviente de Saturnino el Apóstata.

Dura desbandada, mejor quedarse en retaguardia vigilando las reservas oníricas no sea que al perder los sueños caigamos en las oscuridades metamórficas y se rompan los crisoles de la maestra. Aun así mejor dentro y que se trague la llave el pavo sagrado de Don Alipio, eso si fuera de menester.

Todo volverá a su cauce servil cuando terminen los sucesos extraordinarios de mañana la Pura y poco trasnoche, las resacas imperiales irán recuperando la calma mientras la gran noche se adueña de las voluntades de todos ustedes.

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