martes, 30 de diciembre de 2008

DE MAÑANA EN LA CIUDAD

El año va dando las boqueadas, el día amanece más temprano y hoy he decidido madrugar. Es momento de caza, como cualquier otro pues no tengo coto ni corto sorpresas que natura me presente, más bien las empalmo confeccionando mi vida. Es la aventura de vivir los días y soñar las noches.

Desayuné en Can Juanito Sa Vila que es uno de mis garitos preferidos en el barrio, buen pan el de la tostada, me gusta más que el asiduo de Es Pins que ahora como esta cerrado por vacaciones hace que la clientela cambie de costumbre. Llevé el periódico a Turieta pero como aun dormía se lo dejé en la cocina para seguir hacia San Juan donde no hubo sorpresa porque realicé mis deseos.

El día estaba entre sol y nubes, no barruntaba lluvia por lo que arranqué hacia Ibiza Capital que ya hacía tiempo no dejaba a mi serranía subir por las lomas de Dalt Vila, paré en Es Cafetí como norma ritual disfrutando de los patrones, siempre ‘in situ’ y con la eterna alegría de sus ojos.

Mis amigos son castellanos afincados en Ibiza desde aquellos primeros tiempos adlibidinosos, matrimonio cincuentón con hijas, regentan un bar cafetería con tostadas, bocatas de media mañana y clientela liberal et variopinta en la tertulia.

Es Cafetí es mi mentidero favorito en la ciudad, situado frente al Ayuntamiento está lleno de ecos políticos y siempre acabo sumando datos a mi insaciable colección de historias o conociendo almas perdidas por la intramurada Ebusus.

Cogí la moto y bajé hasta la Plaza del Parque al Out of Time, un bar de colores que hay detrás frente a la muralla renacentista. Lugar de magias y orientes e infusiones et para algunos degenerados tienen cerveza. Toni es el patrón, un científico de la Astrología que tiene hecha la carta astral a toda la Isla.

Casualmente encontré a Toni y es rarísimo localizarlo en el bar pues siempre está arriba en su consultorio, tiene una buena clientela que asiste a sus clases y también a meditar. En el salón de meditaciones pasan películas aparentes por las tardes pues digo yo que no solo de pan vive el hombre. Es un lugar auténtico, agradable y clásico de un mundo fuera del tiempo.

Me volví para San Lorenzo, 15 kilómetros después entraba en casa de Turieta que había encontrado el periódico en la cocina y se lo estaba comiendo con fruición y es que somos animales de costumbres y viva la virgen de la Victoria. Cambiamos la información del día y quedamos en vernos por la noche para tragarnos el pasapalabra y rematarla viendo la expulsión de los martes en El Gran Hermano... al final no fuí.

Seguí hasta la nave, una legua más allá, y a cocinar mientras me leo "Memoria de mis putas tristes" de García Márquez que hoy te dan con el diario Público a cambio de un euro y medio, eso es cultura y con el placer de un buen noticiero. Novela genial y sobre todo optimista, como su autor.

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